Para repetir sin duda. Ese fue un resumen de la experiencia vivida en este viaje a la nieve, concretamente a la estación de esquí de Leitariegos, en la provincia de León, en donde 54 personas entre adultos y niños disfrutamos de un fantástico fin de semana.
Con salida el viernes a las 18h desde A Coruña y con una previsión meteorológica muy variable iniciamos camino con un «maloserá» en dirección a la estación. Ya durante el viaje nos encontramos esas inclemencias llegando a Piedrafita de O Cebreiro empezaba a nevar con intensidad, pero sin ocasionar ningún problema para el autobús equipado para este viaje.
Para no perder tiempo, y aprovechar el sábado al máximo nos dirigimos directamente a la empresa de alquiler de material, para que todos cogieran sus equipos y así al día siguiente estar preparados y subir directamente a la estación. Como siempre muy atentos Ángel y su familia que nos esperaban fuera de su horario habitual para darnos los equipos de esquís y de snow, y es que no es fácil coordinar a más de 50 personas, pero en menos de una hora todos listos dentro del autobús.
Iniciamos camino al hotel La Brañina, donde nos esperaba Natalia para darnos de cenar y repartir las habitaciones. Una cena muy rica y abundante, igual que el magnífico desayuno del día siguiente con mucha variedad, incluso para celiacos. También destacar que frío no pasamos, porque la calefacción de este acogedor hotel familiar , nos permitía dormir por encima de las sábanas.
El sábado con algo de viento y algo de nieve iniciamos la subida, con riesgo de llegar arriba y que la estación esté cerrada y no abra. Este es uno de los problemas que podemos tener en este tipo de viajes, que por causas ajenas como el clima se tengan que suspender las actividades. Por suerte una hora después de llegar, abrieron los remontes para empezar la jornada. Prácticamente todos en esta ocasión cogieron clases, para empezar desde cero o para reforzar lo que ya sabían con los experimentados monitores de la Escuela de Esquí de Leitariegos.
Después de comer tocó poner en práctica todo lo aprendido con muy buenas sensaciones, bajando por solos la pista de debutantes y otros las azules. Siempre es muy recomendable el hecho de cuando no se sabe, tanto en patinaje como en deportes de nieve, asistir a clases de mano de profesionales, aprenderemos más rápidos y disfrutaremos más.
Ya para terminar la jornada de vuelta para el hotel a descansar y reponer fuerzas comentando el día de hoy. Una buena ducha, ropa seca y para abajo, porque uno de nuestros socios, Coco, nos tenía preparado un taller de papiroflexia, en donde nos demostró que no solo es hacer una pajarita si no que es mucho más, contándonos una historia mientras se iba creando la figura, algo que le encantó a los niños y a los no tan niños. Nos encanta que la gente se involucre así con el club. Gracias!! Y por supuesto tampoco podía faltar después de cenar los mayores, dar una vuelta por Villablino, y tomarse algo a la salud de todos.
El domingo y último día, nos levantamos a cargar pilas con un contundente desayuno buffet . Llamamos antes de subir ya que se veía muy poco ya en el pueblo, mejor asegurarse de que arriba la estación está abierta. La verdad es que la niebla era bastante intensa y dificultaba bastante la jornada, pero las ganas pueden y no paramos de subir y bajar durante todo el día, salvo la sagrada hora del bocata, eso que no falte nunca.
Con alguna caída que necesitó asistencia, terminamos el día, hora de dejar el material, recoger maletas en el hotel e iniciar el regreso a casa. Con sonrisas cansadas en el autobús toca hacer valoración de la experiencia, de la que estamos seguros que la próxima temporada repetiremos de nuevo.
Gracias a todos los que nos acompañasteis, y al personal del hotel, alquiler y escuela por vuestra dedicación.